Al Trabajador
Con sol, lluvia, viento y frio, Salen los saldados del arado, A ganarse el pan de cada día. Manos que son espinas, o suaves, Todos son terciopelo en un abrazo. Brillan sus ojos, cálidos, Con ansias se suben al andén del tren imaginario, Nunca reniega de sus salario, porque a veces Se convierten en magos Y hacen que les alcance hasta llegar a fin de mes. No hay resfríos para ellos, ni dolores en su espalda, Ni lamentos, ni lagrimas, si hay esperanzas Con sus tierras, que la cosecha sea buena, Que nos perdone la piedra, que hoy el sol nos bañe Con su saquito de pobre. Tener trabajo los eleva al estandarte más alto, Porque a ellos los dignifique el trabajo Y siguiendo el ejemplo de nuestros queridos padres, Así continúan, disfrutando cada día De ese sol que los acompaña Hasta que se pierde en la montaña. Surcos que riegan las cepas De uva dulce y cristalinas, Manos agrietadas y afanosas, Porque su sudor se confunde en esas grietas Que agradece su labor. De tod...